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Espirometría: ¿por qué es importante?

La espirometría es un estudio sencillo e indoloro que permite medir la cantidad de aire que pueden retener los pulmones de una persona (volumen de aire), así como las inhalaciones y exhalaciones durante la respiración (velocidad del flujo de aire).

Durante su realización se utiliza un dispositivo manual denominado “espirómetro”, el cual está conformado por dos piezas: una boquilla y un tubo que se conecta a un procesador que registra y muestra los resultados.

Este procedimiento puede ser solicitado por distintos motivos:

  • Para determinar la capacidad de los pulmones para recibir, retener y utilizar el aire.
  • Para confirmar la presencia o determinar la severidad de una enfermedad pulmonar.
  • Para monitorear la evolución de un paciente en tratamiento.
  • Para determinar si la enfermedad pulmonar es obstructiva o restrictiva, como el asma o la fibrosis quística.

También puede ayudar a determinar la causa de la falta de aire, la tos o la sibilancia; además de evaluar el funcionamiento de los pulmones antes de una cirugía.

¿Cómo se realiza?

No se requiere ningún tipo de preparación previa. El paciente debe respirar normalmente y soplar fuerte durante unos segundos por el espirómetro, que mide el volumen y el flujo de aire. Este estudio está indicado a partir de los 40 años o para personas con disnea (falta de aire) o tos, con expectoración crónica.

Para evaluar la capacidad pulmonar del paciente, los resultados obtenidos son comparados con valores teóricos, es decir, el promedio esperado en una persona de la misma edad, altura, sexo y grupo étnico. Esto ayuda al médico a determinar el tipo de trastorno que presenta el paciente.

Su frecuencia

En algunos casos se recomienda realizar una espirometría antes de los 25 años, ya que a esa edad (si no existen padecimientos) la función pulmonar es buena, y de esta manera se obtiene una medida personal en condiciones óptimas.

Cuando se trata de una persona cuya función pulmonar se ha visto afectada por factores como el tabaquismo, exposición a sustancias irritantes, problemas respiratorios o de tos crónica, el médico puede solicitar una espirometría cada tres años para monitorear la evolución del paciente.

Los especialistas consideran que así como medimos la presión arterial para detectar la hipertensión o la glucosa para controlar la diabetes, también se debe utilizar la espirometría para evaluar la salud pulmonar y detectar las enfermedades respiratorias prevenibles, como el asma, las neumonías, el cáncer de pulmón y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

En Hospitales Angeles contamos con  tecnología y equipos de alta precisión para efectuar epirometrías, con la finalidad de  proporcionar resultados certeros y confiables que permitan un mejor diagnóstico y tratamiento a nuestros pacientes. 

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